domingo, 18 de agosto de 2013

Resultado irónico de una actitud desconsiderada

Buscando en las estrellas
aunque sea una pista de ella
me lleve la sorpresa de mi vida
al darme cuenta de que estaba en un laberinto sin salida;
busqué una manera pronta de escapar,
pero me di cuenta de que no lo iba a lograr.
Pues estaba en el peor lugar
¡Y yo que sólo quería jugar!
Por hacerme la valiente
y actuar de una manera inconsciente
en camisa de once varas me enredé,
sin darme cuenta yo me enamoré.

Después de todo, de eso siempre hablé.
Aunque ahora lo admito; sólo blasfemé.
Pues al principio de éste cuento
yo no era capaz de germinar ningún sentimiento,
mi ego me tendió una cruel emboscada
y entre mis propias mentiras quedé atrapada.

Ahora que puedo admitir que la amo a conciencia
no sé nada de ella, sólo tengo su ausencia.
Se me termina el tiempo y no puedo salir,
empiezo a creer que en éste sentimiento he de sucumbir.
¡Qué feo se siente ésta maldita soledad
que me ataca todo el tiempo sin piedad!

He quedado totalmente expuesta a su merced,
pues no siento frío, ni sueño; sólo está maldita sed.
Sed de tenerla a mi lado
como lo fue en un día pasado.
Dicen que nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde
y hoy esa cruel verdad me muerde.

Sólo quiero tenerla entre mis brazos...
Y después... ¡Que el mundo se haga pedazos!

-
Mariana'Vera
Agosto, 2013.

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