miércoles, 28 de agosto de 2013

Palabras iracundas de un corazón impotente


Volver a sentir aquello me destrozó, me confundió, 
por tan sólo un par de minutos volví a sentir todo.
volví a ser aquella niña que la inocencia perdió; 
me he dado cuenta de que nada está superado.

Tantos años de intentar dejar aquello atrás, 
que se quede en el pasado de una buena vez,
que no me vuelva a lastimar nunca jamás 
y no volver a sentirme una pieza de ajedrez.

Yo no sé que hice para que me pasara eso, 
no sé porqué la vida decidió ensañarse conmigo.
No sé porqué llevo ese estigma en cada hueso, 
ni tampoco sé si acaso es algún castigo.

De ser una simple niña con sueños e ilusiones
pasé a tener el alma de una amarga mujer, 
pasé a estar llena todas estas decepciones 
que simplemente no puedo dejar en el ayer.

Tantos años al parecer han sido en vano, 
al parecer sigo siendo aquella niña, 
sujeta a los caprichos, al deseo casquivano
de cualquiera como un ave de rapiña.

Me duele en lo profundo del alma 
saber que sigo susceptible a esas cosas, 
que sigue encendida esa llama
y seguiré viviendo escenas asquerosas.

Asco, miedo y repulsión
son los sentimientos que me aquejan, 
que hacen que duela mi corazón
y que ni de día ni de noche me dejan.

Quisiera volver el tiempo atrás
y evitar todo el daño que me han hecho
que nada de eso hubiera pasado jamás
y así arrancarme éste cruel despecho.

Ninguna persona merece tener esta impotencia, 
ni merece que lastimen su cuerpo y su mente,
así como tampoco merece ninguna indulgencia
aquella persona que actúa tan cruelmente. 

Hoy me ésta pasando a mi, 
¿Después a cuantas más les va a pasar? 
Merece lo peor aquél infeliz
que a una niña o a una mujer no sabe respetar.

Hoy mis versos están llenos de coraje
y de tantos años de represión, 
hoy por fin quiero vencer aquél chantaje
que me tiene en una fría prisión.

El silencio ha sido mi cárcel por años, 
pero basta ya de callar todo el dolor.
Basta ya de ceder ante los engaños 
del más cruel y ruin depredador.

Basta ya de tener tanto miedo, 
quiero arrancar éste problema de raíz.
Porqué solamente así puedo 
volver a ser como aquella niña, volver a ser feliz.

martes, 27 de agosto de 2013

Lluvia de adiós



Los días lluviosos me recuerdan a ti, 
pues fue en un día como hoy que te vi partir.
Recuerdo todas tus promesas de volver 
y me recuerdo a mi tratando de mis lagrimas contener.

Fue un día como hoy que te fuiste lejos 
y quizá para nunca más regresar...
Después de todo esto nos haremos viejos
y nada lo podrá ya cambiar. 

Ahora entre suspiros me pregunto 
¿Qué es lo que nos faltó? 
Si nos queríamos tanto, 
¿Por qué el amor por la borda saltó? 

Son respuestas que quizá nunca tendré
y la verdad creo que es lo mejor para los dos.
Después de todo el amor que yo engendré
se va muriendo al estar tan alejados.

Creo que son mis últimos versos 
para un amor que nunca pudo ser, 
para el recuerdo de aquellos besos 
que tarde o temprano me harán enloquecer.

Ojalá que tengas una buena vida, 
dónde quiera que hoy te encuentres.
Para mi esta rutina se vuelve aburrida
y por eso todo cambiará cuando cuente a tres.

Uno.- Te amé más que a nada en éste mundo, 
pero por lo visto sólo fue de mi parte
y sé que quizá hoy te suene absurdo 
pero confío en que podré olvidarte.

Dos.- Ya basta de un amor colapsado
simplemente si no quiero sufrir más
debo comenzar por dejarte en mi pasado
y no volver a mirar hacía él jamás.

Tres.- Quisiera despedirme de ti, 
de una vez y por todas decirte adiós
esperando que el destino no te traiga a mi
y tenga una buena suerte para los dos.

sábado, 24 de agosto de 2013

Palabras necias para un solemne adiós



Aprovecho éste momento para escribir,
no sé cuánto tiempo me quede aquí.
Sólo sé que cuando llegue la hora de partir
quiero que quede un buen recuerdo de mi.

Cuando se acuerden de mi persona, 
háganlo como la persona que fui.
Recuérdenme de tal forma
que al hacerlo lo vuelvan a vivir.

Un adiós no es suficiente,
un hasta luego es demasiado poco
quizá todo ésto es resultante
de la nostalgia que hoy evoco.

Quisiera escribir tan sólo un día más,
eso es todo lo que pido.
Si tan sólo no pudiera volver atrás
me llevo un buen recuerdo de lo que he sido.

Adiós mis solemnes amistades, 
quiero que sepan que no los olvido.
Si ustedes recuerdan mis verdades
será cómo si jamás me hubiese ido.

jueves, 22 de agosto de 2013

Sensaciones irrefutables de una loca enamorada

Te miro en la ausencia de tu esencia y tu presencia.
Te siento en el camino que vino a mi como el destino.
Te espero en el recuerdo y concuerdo en que me pierdo.
Te escucho al caminar, al abominar este desamor sin terminar.
Te toco en mi mente, desesperada e impaciente.
Te anhelo en mi soledad, sin ninguna maldad, con gran ansiedad.
Te susurro en mi silencio y nunca renuncio a este amor, lo anuncio.
Te deseo en carne viva, con ésta atractiva sensación adictiva.
Te sueño al dormir, aunque he de admitir que esto me va a consumir.
Te busco en la nada, acorralada, te busco desesperada.
Te encuentro en todos lados, en los vientos helados, en los besos abaratados.
Te quiero con un cariño sincero, te quiero hasta sentir que muero.
Te amo sin gobierno, te amo en lo eterno; te amo en primavera y te amo en invierno.

Me dueles honda y desesperadamente,
me duele que no estés y me duele no verte.
Me dueles en la mañana, me dueles en la noche,
me duele no escuchar ni siquiera tus reproches.
Me dueles al sentir que estás lejos,
me duele mirar hasta tus libros viejos.
Me dueles porqué sé que estás con alguien
y me duele que tu piel otras manos acaricien.
Me dueles porqué no consigo dejar ni un minuto de extrañarte,
pero lo que más me duele es que no me amas y yo no dejo de amarte.


miércoles, 21 de agosto de 2013

Finiquito de un amor sentenciado.


Cae la noche y comienzo a sentir
una terrible e inmensa soledad,
comienzo a querer huir
de ésta, mi cruda realidad.

Es que te siento tan distante
cómo si estuvieras en otra dimensión,
miro tu sonrisa ausente
y se hace trizas mi corazón.

Me dices te amo y no te creo,
dices quererme y no es así;
sin embargo algo que si veo
es que a mi lado no eres feliz.

Por eso hoy te abro la puerta,
por eso hoy te dejo en libertad,
aunque después de esto quede medio muerta
y envuelta en una cruel tempestad.

Si yo  no soy tu felicidad
te pido por favor te alejes;
te pido por piedad
que de una vez me dejes

No quiero que pierdas la calma
ni tus ganas de vivir la vida,
por eso aunque me  duela en el alma
hoy te ofrezco una salida.

Me costó mucho decidirme
a hablar contigo de frente
y yo sé que esto no es rendirme,
esto sólo es hacerme más fuerte.

Cuando por fin tú te marches
comenzaré a intentar levantarme
y aunque me cueste días y noches
el primer paso será yo misma amarme.

Nunca me han gustado las despedidas
pero es algo con lo que debo acabar.
Que le vamos a hacer, soy de esas causas perdidas
que pocas veces en la vida se llegan a encontrar.


Bitácora de tu ausencia.

El día comenzó sin ti, como otros tantos
y ésta absurda bitácora de tu ausencia
comienza a causar en mi un gran espanto
pues nada me consuela si no tiene tu esencia.

Estoy harta de vivir pensándote,
cansada de querer que regreses.
Estoy hasta la madre de seguir amándote
y seguir sufriendo como otras veces.

Quisiera tan sólo tener la fuerza suficiente
para poder dejarte ir a donde tú quieras.
Pero es que éste temor es cada vez más creciente
y todo sin que tú lo supieras.

Hoy como otros tantos días
le escribo a la nada como si fueras tú,
regalo las palabras mías
a otras personas que no eres tú.

Un día más a la lista de promesas sin cumplir
tú me prometiste un por siempre ¿lo olvidas?
Pero ahora noto que nada puede coincidir
y estoy segura que mis palabras te serán aburridas.

Yo sé que jamás leerás nada de  esto,
porqué eso jamás yo  lo permitiría.
Y confieso, cada noche me acuesto
con la promesa de olvidarte al siguiente día.

Confesiones de una insomne acorralada.

En los colores del día te busco,
en la escala de grises de mi vida te encuentro.
Ahora toda mi alegría reduzco
a tu amargo y sombrío desencuentro.

Quisiera que todo fuera de otra manera
porqué a veces te amo, pero otras te detesto.
Esto no se lo suelo decir a cualquiera
pero ya no aguanto este sentir funesto.

Hoy como muchos otros días te odié
y quizá mañana comience de nuevo a amarte.
Quizá mañana vuelva a estar de pie
y quizá mañana comience por fin a olvidarte.

Mi problema es que dejo la puerta abierta
por si acaso algún día tu quisieras volver,
sin darme cuenta eso cada día me desconcierta
porqué guardo una esperanza que no podrá ser.

Sé que no me quieres
y no tienes idea cuanto me lastima
no eres tú el que me hiere,
sino yo y mi falta de autoestima.

Si tan sólo me amara un poco más
dejaría hasta de escribirte,
dejaría de estar mirando atrás
y podría por fin dejarte.

No prestes mucha atención a mis palabras
porqué son producto de una mala noche.
Sólo es que hoy me encuentro en las sombras
y de mi nostalgia quiero hacer derroche.

domingo, 18 de agosto de 2013

Resultado irónico de una actitud desconsiderada

Buscando en las estrellas
aunque sea una pista de ella
me lleve la sorpresa de mi vida
al darme cuenta de que estaba en un laberinto sin salida;
busqué una manera pronta de escapar,
pero me di cuenta de que no lo iba a lograr.
Pues estaba en el peor lugar
¡Y yo que sólo quería jugar!
Por hacerme la valiente
y actuar de una manera inconsciente
en camisa de once varas me enredé,
sin darme cuenta yo me enamoré.

Después de todo, de eso siempre hablé.
Aunque ahora lo admito; sólo blasfemé.
Pues al principio de éste cuento
yo no era capaz de germinar ningún sentimiento,
mi ego me tendió una cruel emboscada
y entre mis propias mentiras quedé atrapada.

Ahora que puedo admitir que la amo a conciencia
no sé nada de ella, sólo tengo su ausencia.
Se me termina el tiempo y no puedo salir,
empiezo a creer que en éste sentimiento he de sucumbir.
¡Qué feo se siente ésta maldita soledad
que me ataca todo el tiempo sin piedad!

He quedado totalmente expuesta a su merced,
pues no siento frío, ni sueño; sólo está maldita sed.
Sed de tenerla a mi lado
como lo fue en un día pasado.
Dicen que nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde
y hoy esa cruel verdad me muerde.

Sólo quiero tenerla entre mis brazos...
Y después... ¡Que el mundo se haga pedazos!

-
Mariana'Vera
Agosto, 2013.

jueves, 6 de junio de 2013

Indecisiones vespertinas



Eres lo único que me podría detener y sin embargo no lo haces.
Pero más sorprendente aún es que a pesar de tu ausencia y de tu indiferencia sigo aquí. 
Aquí estoy fiel a mis sentimientos, fiel a mis convicciones ¿Servirá de algo? No lo sé y sin embargo lo hago.
Una vez más te miro y tú no me miras, te hablo y tus labios ni siquiera se mueven, tus oídos no escuchan. 
¿Por qué me enamoré de ti? Jamás creí reconocer que estoy enamorada y mucho menos darme cuenta que a tus raíces estoy atada. 
Soy un espíritu libre y siempre lo he sabido, soy como un ave que emigra de un lugar a otro instintivamente, en busca de lo mejor para ella, en busca de su supervivencia. Pero cuando te encontré amarré mis alas a tus raíces y decidí quedarme, por ti, por mi; por nosotros. 
Y es tan desesperante que las dudas comiencen a aparecer, que comience a preguntarme si todo esto vale la pena...
Aún recuerdo cuando te conocí que dijiste que jamás detendrías mi libertad, que me amaste por ser libre, que tú no ibas a cambiarme... Vaya ironía, resultó que yo misma decidí cambiar por ti. Decidí ser el pájaro enjaulado que canta para su dueño, decidí ser un tornado reprimido ante la belleza de un hermoso arcoiris. 

viernes, 17 de mayo de 2013

Cómo duele dejar algo que creí que era para siempre. 
Duele que esa supuesta familia que me dijo "A partir de hoy ya no estarás sola" sea la primera en abandonarme.


Aquí está un fragmento de la carta que simboliza toda mi estadía en ese lugar, junto a esa familia. 

"Hubo momentos en que creí tener la partida perdida. En que creí que era mejor retirarme y dejar de jugar. Fue en ese momento, en el que más lo necesitaba que Dios me brindó una nueva oportunidad. Que me permitió conocer personas que lo dieron todo por mi y me apoyaron hombro con hombro y corazón con corazón, aún sin conocerme. Gracias a ellos y a Dios puede exclamar con inmensa alegría ese grito que jamás olvidaré: ¡SOY LIBRE!"

Y aunque por hoy yo ya no estoy ahí, mis pensamientos no cambian en mucho, esas personas me apoyaron en muchas ocasiones y he agradecido a todas y cada una hasta el cansancio, sin embargo no he aprendido mucho de mis errores.
Porqué el día de hoy siento muchas cosas muy presentes, que quisiera enfatizar:

1.- No debería jamás por nada del mundo dejar a mi familia.
2.- Ninguna persona te quiere y te ama con el amor de Dios y por esa misma razón no debemos ver a las personas como Dios, podemos tenerlo  a Él sin intermediarios.
3.- Todo en ésta vida está compuesto de círculos que se deben cerrar para que otros puedan abrirse; es a lo que me gusta llamar trascendencia. 

Una vez que comprendí éstos puntos me di cuenta que por más que me haya ayudado esa agrupación mi lugar ya no era ahí y me costó mucho desprenderme de lo que durante dos años había trabajado, la gente con la que me había encariñado y todo a lo que me había ACOSTUMBRADO. 
Y por costumbre no vale la pena hacer las cosas, llegó el punto en el que me pregunté a mi misma ¿En dónde está el amor con el que cada mes iba a servir? me dio mucha tristeza darme cuenta y aceptar que las  habladurías de la gente y la problemática trastornaron tanto mi percepción que lo único que podía hacer era irme, por mi propio bien salir corriendo de ese lugar, esa hermosa familia que se estaba convirtiendo en un campo de batalla. 
Hoy me vengo a enterar de ellos, de sus noticias y vienen a mi mente muchos recuerdos y mucha añoranza, quisiera correr hasta allá y al llegar a la puerta gritar algo así como: ¡NO ME HE IDO, SIGO AQUÍ INCONDICIONAL! pero la verdad no es así, me amo a mi misma y por mi bien no puedo estar así, es triste tener que ver como extraños a los que un día fueron mi grupo, es triste tener que ser solo un espectador más y ver las cosas desde afuera. 

Pero es más triste no querer volver a formar parte de ello.

jueves, 16 de mayo de 2013

Para mi musa.

Guadalajara, Jalisco.  Jueves 16 de Mayo de 2013




Para mi musa:


Hoy la he mirado de nuevo y usted volvió a llenar mi vida de luz, porqué he de admitir que se me ha hecho vicio mirarla de lejos y contemplar embelesada su caminar, imaginar que cada uno de sus pasos hasta mi la han de aproximar. 
Hoy la he mirado de nuevo y no me ha hecho falta nada más para lograr una felicidad total, porqué para mi el más grande de los placeres es observarla a usted; la más bella de todas las mujeres. Porqué con mirarla a usted me recuerda la existencia de un Dios, tan bueno y amoroso que la creó a usted; tan cercana a la perfección. 
Hoy la he mirado de nuevo y he vuelto a soñar despierta con un día tomar el valor necesario y animarme a llegar hasta su puerta para por fin invitarla a salir y así contarle a usted todo este sentir. 
Hoy la he mirado de nuevo y casi salto del balcón para acudir a su encuentro; Dueña de mi corazón. 
Quizá usted jamás sepa quién escribió esta carta pero espero al menos haberle robado una sonrisa y por supuesto espero también poder volver a verla con su habitual paso despistado y sin prisas. 



Atentamente: Su fiel admiradora, humilde servidora y eterna enamorada. 




P.D. Más que escribirle lo que mi corazón anhela es poder mirarla, tocarla, amarla.